12.12.07

ADD espontáneo.

Parte del encanto de ser un ADD, son aquellos momentos en que te viene una risa disimulada cuando detectas la posibilidad de ocupar el ingenio impulsivamente.
Y tienes tu celular a mano.

Hoy, sentado ante el volante, escuchando qué sé yo en la radio -no puse atención, lo siento-, esperaba que dieran la luz verde para poner en movimiento el auto y generar una mínima corriente de aire entre las ventanas abiertas.
-36 grados anunciaron por la radio -me informó Mireya antes de salir-, así que váyase por la sombrita si puede.
No le respondí. El calor afecta mi ánimo y tampoco iba a detallarle el por qué un auto "no puede irse por la sombrita".
En fin, estoy en el auto, el sol que pega, rebota, destella, calienta, cuelga del cielo como una ampolleta de watts infinitos, la luz que no cambia, el rojo del semáforo, rojo como una bola de fuego, me voy a bajar del auto como M. Douglas en "Un Día de Furia", me voy a bajar y caminaré a casa, que el auto se quede, con llaves y motor encendido, qué importa.
Miro a mi izquierda. Un escarabajo amarillo. Pegado en la ventana un cartel que dice "SE VENDE" y un celular. A los escarabajos siempre los están vendiendo. Me adelanto para ver al conductor/vendedor.
Dios, qué chica más guapa. Y ahora entra en acción el celular. Sin pensarlo dos veces, ni siquiera una, marco el número que indica el cartel. Espero. La chica se remece, busca algo, encuentra su cartera y saca su celular. Pero corto. ¿Qué haces, idiota?
Luz verde. Aire por las ventanas. Pienso en lo que acabo de hacer, sonrío, eres y serás siempre un ADD. Suena mi celular. Número desconocido. Contesto.
-Hola, tengo una llamada perdida de este número -dice la chica guapa.
Algo de galán me viene.
-Ah, sí, yo te llamé, ¿el escarabajo es tuyo?
-Sí, es del 73, alemán.
-¿Parabrisas delantero curvo?
-Sí, y está impecable.
-Es un lujo tener un escarabajo original en estos tiempos...

Sigo manejando. Hablamos. Se llama Paula.
-Yo Matías, un placer hablar contigo.

Por el espejo retrovisor veo que dobla. Pero su voz no se va con ella.

Me llevé a Paula a casa.

No hay comentarios: